Fredy Reyna es, en muchos sentidos, un personaje fundamental en la construcción de una idea de la nación venezolana moderna. Por un lado, su condición multifacética habla de una nación potencial, llena de significados positivos, uniendo la creatividad, el trabajo y la peculiaridad en una obra de aristas múltiples: el músico, el artista plástico, el titiritero, el coleccionista, el educador, etc. Por otro, una referencia hacia los valores nacionales, nacionalistas, de una tradición sin contradicciones con las nuevas tendencias que surgen en nuestros días. Finalmente, fue un personaje que se dedicó fundamentalmente a educar jóvenes y niños.

Su trabajo estético y de difusión cultural a través del cuatro sembró las posibilidades innovadoras para dar a conocer el potencial solista-concertístico de un instrumento hasta entonces entendido solamente como acompañante y popular. Logró darle una trascendencia que apelaba a lo académico y a su contenido histórico, pero al mismo tiempo que se inscribía en una herencia musical compartida por todo el continente americano, haciendo una apuesta de pertenencia al mundo.

Este proyecto presenta su faceta fundamental de músico: el cuatro como elemento articulador de la continentalidad. Esto es posible ya que el instrumento proviene del mismo momento del encuentro americano, no sólo en manos del pueblo –en su rol de instrumento popular que permanece–, con raíces en la vihuela española, arraigada desde los mismos albores de la Conquista, acompañante de cantos y bailes de los soldados, como también de los pocos aristócratas enviados –como señalan los primeros cronistas–, que trajeron consigo el repertorio escrito y culto de los salones reales y cultos de la Europa de la época. Fredy Reyna fue, así, quien primero descubriera esta historia de cruces sociales múltiples, que hoy se llenan de nuevos significados, para realizar una obra en la que se mezclan, desde los años sesenta, ambos repertorios (lo académico y lo popular), empleando una técnica que aprovechaba el conocimiento de la guitarra clásica o de concierto y el rasgueo tradicional de la música venezolana, para crear la idea del cuatro solista, entendido como una guitarra de cuatro cuerdas.

PROMOCIÓN PARA EL EVENTO

“Todos los cuatro para Fredy Reyna” hace énfasis en la pertenencia a una misma tradición con un gran maestro, a un instrumento común y compartido, que es al mismo tiempo rico y diverso. Los grandes nombres del pasado dando sentido y continuidad a la nación, puesto que honrar a los grandes que nos precedieron es sentir y expresar orgullo por la sociedad a la que todos pertenecemos.

El amor por el instrumento que demostró Fredy Reyna, al que dedicó su esfuerzo desde mediados de la década de 1940, hasta el final de su vida en 2001, tuvo como solo objetivo que el cuatro representara ante el mundo el potencial creativo de los venezolanos. Homenajearlo entre todos es también reconocer la coherencia del aporte de sus antecesores y de sus coetáneos, cuando el cuatro ha alcanzado un sitial especialísimo en la realidad musical del país. Como nunca antes, es el instrumento nacional, que participa y contribuye con la generosa diversidad que nos caracteriza. 

El evento se llevará a cabo en el Teatro Trasnocho, en el Centro Comercial Paseo Las Mercedes, el jueves 30 de noviembre de 2017, a las 7 pm. Se hará pro fondos de la Fundación Maestro Fredy Reyna, con la intención de producir un CD antológico e imprimir la reedición ampliada de su biografía, entre otros de sus trabajos del maestro que tenemos ya en preparación.

PARTICIPANTES

Ángel Martínez
Aquiles Báez
Cheo Hurtado y la Siembra del Cuatro:
Luis Pino, Félix Crudele, Félix Farfán, Fermín Deyán, Fuaz Kassen,
José Lunar, Pedro Plazola.
Enio Escauriza
Federico Reyna
Germán Fleitas Núñez
Leonardo Lozano
Liceth Hernández
Luis Adolfo Baradat
Maurice Reyna
Rafael Casanova
Sorpresa de C4 Trío para Fredy Reyna
Vicente Gil
Presentación: Alejandro Bruzual
Dirección de Arte: Ana Isabel Reyna
Coordinación Musical: Carlos García Carbó
Sonido: Hector Moreno

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